Pantybreaker es una adaptación de “El héroe de las mil caras” de Joseph Campbell.
Pero no es una adaptación al uso. Ya que “El héroe de las mil caras” es un ensayo de mitología comparativa que se dedica, por una parte, a extraer etapas en común a todas las historias mitológicas, asignando a cada una un nombre y a cada nombre una etapa en un viaje de transformación que empieza con una llamada, un viaje a lo desconocido, una catarsis total para retornar transformado; esta estructura no solo se ha dado en la mitología sino que es la estructura, de manera más o menos obvia, de cada historia que conocemos; por otra parte, reflexiona sobre cada etapa y su trasfondo psicológico/sociológico. El final del libro de Joseph Campbell, spoiler alert, es un alegato a favor de la espiritualidad y la mitología y las historias, no tanto como fin sino como medio para alcanzar “algo”. Sabiduría, iluminación, santidad, nirvana, magia, tranquilidad… llámese como se quiera.

Pero esto es un disco de música y no pretende ser un camino hacia ninguna iluminación.

Sí me atrajo sobremanera el hecho de que el Mahabharata, la Odisea, el Génesis, Rabelais, El Señor de los Anillos, Star Wars o Solenoide (por citar algunos) tuvieran una estructura subyacente. Esa estructura en la que percibimos un “relato”, una “narrativa”, una “historia”.

Y me propuse llevarlo al extremo.

Porque, ¿acaso no es la estructura, el formato, la base de nuestra percepción? Un edificio no es un edificio sin estructura, como un libro no lo es sin formato o como cualquier percepción es una analogía de una estructura interna que persiste en nuestro inconsciente? Porque, sin estructura, sin formato, percibimos una sucesión de sonidos, o de imágenes a los que no sabemos dar continuidad. Por lo menos no hasta que no coincide con la estructura grabada en el inconsciente colectivo.

(Claro que Campbell es jungiano)

Y, aceptando esto, ¿no podríamos hacer una estructura sin una historia? Dejemos que cada parte responda a su nombre, tratando de la mejor manera posible de reflejar el sentimiento a que se refiere la etapa, pero no le demos continuidad. Que sea la estructura quien lo haga. A ver si podemos construir una narrativa a través de una sucesión de imágenes que responden de manera individual a fragmentos de una estructura. Imágenes conscientemente ignorantes de que forman parte de un todo que las organiza.

Por eso mismo en este disco hay un montón de cosas, historias reales, fragmentos de poemas, versiones de canciones, inspiraciones parciales en otros libros u otros autores. Porque son todos la voz de cada pequeña historia.

El proceso compositivo siempre fue el de “carpetas”. Cada idea se metía en su compartimento. Y de ahí no salía hasta convertirse en un tema (o en nada), de manera que cada episodio fuera una historia no conectada con el anterior.

Obviamente, como “demiurgo” del proceso, el compositor, el inventor de las reglas, también puede doblarlas, o romperlas, según le interese. Tan desacertado es el compositor que trata salir al campo a ponerle puertas sin ideas previas como el que se queda encerrado en su teseracto artificial y no mira más allá. Y por eso, hay ideas unidas o dos ideas en un tema, algunos leitmotifs que aparecen y desaparecen… pequeñas “trampas” al solitarios que hacen que como compositor no caiga en el automatismo, en “la caja”, como se dice en inglés.

A partir de aquí dejo que quien quiera disfrute del disco como prefiera. Como no tiene una historia se puede escuchar en random (está organizado por “canciones”, algunas de las cuales unen dos, o tres “etapas”).

Pero, ¿es posible que la estructura se haya encargado ella sola de crear una historia circular?

“Sometimes there’s a man… and I won’t say a hero, ‘cause, what’s a hero? But sometimes there’s a man who, well, he’s the man for his time and place”
Coen Brothers, The Big Lebowski


Pantybreaker is an adaptation of "The hero of a thousand faces" by Joseph Campbell.
However, adaptation isn’t perhaps the right word for it. "The hero of a thousand faces" is a comparative mythology essay which, in part, extracts stages common to all mythological stories, giving a name to each of them, and to each name a stage in a journey of transformation which starts with a calling, a journey into the unknown, a total catharsis to return transformed; this is not only prevalent in mythology, it is the structure of every story we know ; on the other hand, it reflects on every stage and its psychological / sociological undercurrent. The ending of Joseph Campbell's book - spoiler alert - is a defence of spirituality, mythology, and stories, not so much as an end in themselves, but rather as a means to an end. Wisdom, enlightenment, sanctity, nirvana, magic, peace of mind... call it what you will.

But this is a music album and isn't meant to be a path to enlightenment of any kind.

I was drawn to the fact that the Mahabharata, the Odyssey, Genesis, Rabelais, The Lord of the Rings, Star Wars or Solenoid (to name a few) have an underlying structure, that in which we perceive a tale, a narration, a story.

And I decided to take it to the extreme.

Is it not the structure, the format, that is the basis of our perception? A building is not a building without a structure; nor is a book without a format; isn’t any perception an analogy of an internal structure that persists in our subconscious? Because without structure, without format, we merely perceive a succession of sounds or images to which we are unable to give continuity. At least, not until we can adjust it to the structure embedded in our collective subconscious.

(Of course, Campbell is a Jungian)

Having accepted this, could we have a structure without a story? Let us allow each part to respond to its name, striving to showcase the feeling that each stage refers to, but without giving it any continuity. Let the structure do so. Let us build a narrative based on a series of images that respond individually to parts of a structure. Images consciously ignorant of being part of a whole which arranges them.

This is why in this album there are a lot of things, real stories, passages of poems, song covers, ideas inspired in part by other books or authors. Because all of them are voices that tell stories.

The writing process was always that of "files". Every idea was fitted in its own slot, and it didn't come out until it became a song (or nothing), so that each chapter became a story disconnected from the last.

Obviously, as the "demiurge" of the process, the writer, the originator of the rules, can bend or break them as he sees fit. Just as misguided is the composer who goes to a field to put doors without previous ideas, so is the one who gets locked inside his artificial tesseract and doesn't see beyond it. This is why there are ideas joined together, or two ideas in one song, some leitmotifs that appear and disappear... little self-deceptions that enable the writer not to fall in the box, but to step outside it.

And now I will leave the listeners to enjoy the album in their own way. As it doesn't have a story, it can be heard randomly (it is organised in "songs", some of which join two or three "stages").

However, perhaps it is the structure that has created a story on its own?